31 de diciembre de 2015

Prensa subvencionada

COMO NO he vivido en otros países, no sé lo que ocurrirá en ellos, pero en el nuestro, en esta España que según algunos otros quieren romper, se consideran normales ciertos hábitos que si se reflexionase sobre ellos habrían de ser erradicados de nuestra sociedad. Mucha tarea parece esa, dira algún lector no falto de razones...

Que es imprescindible la existencia de una prensa libre para que una democracia merezca ese nombre parece estar fuera de discusión, como tampoco puede discutirse que la prensa, especialmente la tradicional, la impresa, tiene hoy en día grandes problemas económicos para sobrevivir.




El montaje adjunto lo he hecho con algunos de los muchos anuncios a todo plana publicados hoy por un periódico regional: Diputaciones, ayuntamientos, organismos de la Junta de Extremadura... Todos nos desean feliz año nuevo. ¡Qué amables! Pero yo, tan mal pensado en ocasiones, supongo  que como la subvención directa no estará permitida por la ley, al menos a partir de cierta cuantía, esos organismos que cito recurrirán a esta forma encubierta de ayuda, a base de publicar anuncios a toda plana. Como decía al principio,  ello podría justificarse en aras del mantenimiento de esa prensa sin la que la democracia sería incompleta. Sin embargo se me suscitan dos cuestiones al respecto. La primera, la de si una prensa que sobrevive gracias a las instituciones será realmente libre para criticarlas cuando sea necesario y reflejará fielmente la pluralidad ideológica presente en la sociedad. Y la segunda, que sería imperdonable que no reparásemos en que esta subvención encubierta, vergonzante, en realidad la pagamos los ciudadanos. De modo cuando hagamos la próxima declaración de la renta habremos de saber que parte de los impuestos que paguemos se destinará al mantenimiento de periódicos que tenderán a adular al poder—cualquiera que sea el color de este— y que, en ciertos casos, serán portavoces, única y exclusivamente, de los sectores  más  retrógrados — no digo la derecha en general— de nuestra sociedad.

28 de septiembre de 2015

Cataluña y las Ordenanzas de Carlos III

EN ESPAÑA, por  difícil que pareciera, se pasó de los Principios Fundamentales del Movimiento a la Constitución del 78 como el rayo de luz atraviesa los cristales: sin romperlos ni mancharlos. De modo que, a propósito  de la “cuestión catalana”, que no me vengan ahora los Rajoy, Aznar y compañía con monsergas e impedimentos contrarios a su solución que, más que consecuencia de la observancia estricta de la ley, lo son de lecturas leguleyas de la misma.




Me permitiréis que a propósito de este tipo de actitudes os cuente una anécdota de la época —sí, ya lo sé: prehistórica— en la que aún estaba cumpliendo el servicio militar. Como me faltaban pocas semanas para licenciarme (la cosa duraba 18 meses) y acababa de obtener una plaza de profesor, me había sido concedido permiso para que cada día pudiera ausentarme del cuartel antes de la hora establecida con carácter general y así llegar puntualmente a mis clases. Mi centro de trabajo, la entonces Universidad Laboral de Cáceres, se encontraba a varios kilómetros del cuartel, lo que me obligaba a desplazarme en coche, un Seat 600 concretamente, que dejaba aparcado cada mañana en el interior del recinto militar.

Un día estaba de guardia en la entrada principal del cuartel un teniente recién salido de la Academia (eran los peores: chulos y franquistas hasta la médula) y, aunque en principio se negaba a dejarme salir, hubo de plegarse al permiso firmado por el coronel del regimiento, un tipo amable que me había confesado en cierta ocasión su frustración por no haber podido estudiar exactas. "Tú sí puedes salir", me dijo el lechuguino oficial de delator bigotillo, "pero el coche no". "Pero, teniente, sin él no puedo llegar a mis clases". "Eso no me incumbe. Las Ordenanzas de Carlos III, aún vigentes, impiden que la clase de tropa salga en carruajes de los cuarteles". Os evito la fatiga de leer, pues me enrollo más que Charles Boyer, el relato de cómo, finalmente, pude llegar puntualmente a mi clase, pero digamos que encontré un "agujero de seguridad" en las vetustas ordenanzas a que se acogía el envarado oficial.

Bueno, pues en relación con muchos de los problemas que tenemos pendientes de resolver en la tópicamente llamada piel de toro (que a veces más bien parece de borrego), la derecha más artrósica aún se niega a admitir que, intocable, lo que se dice intocable, la Ley de Gravitación Universal. Ni una más. Y que Carlos III ya ni a criar amapolas se dedica.

    

12 de septiembre de 2015

Lluís Llach y Elvira Lindo

OS SUPONGO al corriente de la historia pero, por si alguno de vosotros (me refiero especialmente a los amigos de Facebook) no lo conocierais, hago un pequeño resumen de la misma. El escenario en el que se desarrolla son las páginas de un periódico, El País, que, figurando todavía entre los dos mejores de España –me refiero a aspectos formales y editoriales–, ha optado decididamente por la beligerancia en el debate sobre la hipotética independencia de Cataluña.

Sucede que Lluís Llach, que hace siglos compuso piezas tan inolvidables como L'Estaca, convertida en himno antifranquista cuando apenas tenía 20 años, o Viatge a Ítaca, entre otras muchas, encabeza la lista por Gerona para las próximas elecciones catalanas de Junts pel Sí, lo cual ha levantado ampollas en esos ambientes de la derecha, llamémosla civilizada, para distinguirla de la montaraz de La Razón, El Mundo y compañía, a la que El País sigue suministrando el argumentario suyo de cada día.



Pues bien, como tal candidato, y en el transcurso de una entrevista, hace unos días manifestó que si la opción independentista no triunfaba en las elecciones del próximo día 27, se iría a Senegal. ¡Y la lió! La lió, me apresuro a decir, entre gente desinformada, como Elvira Lindo, la columnista del periódico madrileño, que escribe una columna lamentable partiendo de supuestos totalmente erróneos, en la que escribe cosas como que: “Si Cataluña, finalmente, no llegara a ser independiente yo le aconsejaría a Llach que se aventurara más cerca. Tiene ciudades extranjeras mucho más cercanas, como Cádiz, como Sevilla, como Málaga, lugares de fácil integración, en las que se come bien y barato, hace un tiempo excelente durante todo el año, una belleza que nadie puede discutir, riqueza histórica y una simpatía contagiosa que a los del norte les viene muy bien. Le será fácil hacerse entender e incluso comprobará que tiene un público que aún le aplaude. Puede que hasta le acaben dedicando una calle”.

Doña Elvira ha perdido una magnífica ocasión para haber permanecido callada, porque, mire usted por dónde, Lluís Llach no se refería en tono despectivo alguno al país africano; antes al contrario, su interés por el mismo le llevó a crear hace años una ONG, sostenida económicamente por él , dedicada a mejorar las condiciones de vida de los senegaleses. Doña Elvira, siempre tan deseosa de epatar,  se ha pasado varias decenas de pueblos. (Por cierto: lo del “público que aún le aplaude” no dé si tendrá algo que ver con el esposo de la escritora, don Antonio Muñoz Molina).
 

16 de mayo de 2015

Lo llaman cultura popular

SIENDO yo un niño de ocho o nueve años, los padres de unos amigos me llevaron a una corrida de toros, o lo que fuera aquello, durante las fiestas patronales de Montánchez, pueblo cacereño situado en la sierra del mismo nombre y que, precisamente por ello, produce unos excelentes embutidos, además de un excepcional jamón ibérico, que compite sin complejos con otros acaso más afamados. Aunque las guías turísticas mencionan su castillo como monumento más destacado, a mi juicio tiene más interés su cementerio, repleto de capillas y mausoleos, magníficamente glosado en su día por Luis Carandell, y que, en los últimos años ha visto groseramente modificada su fisonomía con una ampliación carente del menor gusto artístico. En él, por cierto, en una lápida apenas legible por el paso de los años, pude descifrar en una tarde ya lejana unas palabras cuyo recuerdo aún me emociona: "Tenía nueve años y era un ángel", habían escrito unos desconsolados padres.

Pero, en fin, volviendo a lo de la corrida, que se celebraba en la plaza mayor del pueblo, repleta de público y de algunos de cuyos balcones colgaban sillones de mimbre por cuya ocupación se pagaba una fortuna, sucedió que, tras intentar matar inútilmente a uno de los toros durante largo tiempo, primero conforme a las reglas de la tauromaquia y, después como Dios les dio a entender, los matarifes que decían ser toreros se dieron por vencidos. ¿Cómo poner fin a un espectáculo cuya crueldad resultaba insoportable hasta para los más aficionados a un "arte" cuya esencia consiste en torturar a un noble animal? La voz del pregonero del pueblo, desde el balcón del ayuntamiento, disipó las dudas: una pareja de la Guardia Civil haría uso de sus armas reglamentarias para rematar al pobre toro. Y así fue. Tras ordenar a los espectadores que se protegieran en el interior de las casas o tras las barreras, una descarga de fusilería puso final a lo que algunos consideran singular muestra de cultura popular.




Ha pasado más de medio siglo desde entonces y en la actualidad ya no se cometen semejantes atrocidades, ¡cómo podría alguien siquiera insinuarlo! ... ¿O sí? Lo que hoy ocurre es lo que, en aras de la máxima objetividad, me limito a reproducir literalmente del diario Hoy de fecha 15 de mayo, para que sea el lector quien juzgue:

"Un toro de la ganadería de Pablo Mayoral ha causado el pánico este viernes en Talavera de la Reina y ha podido originar una tragedia al escaparse cuando estaba siendo desencajonado en la plaza de toros de esta ciudad. El animal, en su desbocada huída, ha embestido y corneado a once personas a las que ha causado heridas de diversa consideración, y ha acabado siendo atropellado por un coche de la Policía Local en el Puente del Príncipe de esta localidad".

"Atropellado".



2 de mayo de 2015

Comentario de urgencia a una encuesta


EL DIARIO El PAÍS publica hoy, 2 de mayo, una encuesta sobre intención de voto en la comunidad de Madrid. Los resultados que el instituto Metroscopia ofrece son los reflejados en este gráfico.


Para dar el valor que tiene a esa encuesta, pero no más, me he permitido hacer una minúscula variación en el porcentaje de votos asignado a cada uno de los partidos, de forma que los nuevos valores se hallen en los intervalos admitidos por el margen de error y el nivel de confianzade la encuesta. Los resultados correspondientes son estos otros. El pacto entre el PP y Ciudadanos, cada vez más dado por seguro, no proporcionaría la mayoría absoluta a los partidos de la derecha madrileña.


 

26 de abril de 2015

Encuestas preelectorales en Extremadura

PUBLICA hoy El País una encuesta de Metroscopia según la cual los resultados que se hubieran producido de haber tenido lugar en este mismo día las elecciones autonómicas en Extremadura habrían sido los siguientes:

No pongo en duda el rigor centífico de ese estudio, pero convendría tener en cuenta, inicialmente, dos aspectos del mismo: el primero, que para los datos de cada una de las dos provincias el intervalo de error tiene una longitud del 9 %; eso, en el caso de IU, cuya presencia en la Asamblea exige un mínimo del 5 % del voto en cada provincia, supone que su desaparición del parlamento sea una posibilidad no descartada por el estudio. ¿A quiénes irían a parar en tal caso los tres escaños que se le atribuyen? Previsiblemente uno a cada uno de los tres primeros partidos: la suma PP + Ciudadanos daría mayoría absoluta. El segundo aspecto a considerar, este ya menos objetivo, es que resulta sorprendente (a mí, al menos) que el único partido que no perdería apoyo respecto de las pasadas elecciones sería precisamente IU. ¿Ningún exvotante de IU daría su voto a Podemos tras el apoyo del partido de Escobar a Monago en la legislatura  que ahora expira? La respuesta, puedo asegurarlo, es negativa. 

Desde otro punto de vista, el de la confianza que merecen los estudios de este tipo, no voy a comparar el hoy publicado con los publicados recientemente por otros medios, cuyas conclusiones son netamente diferentes a las  del de hoy. Voy a fijarme en el que publicó Metroscopia sobre las elecciones andaluzas.



Los resultados electorales fueron estos:


Destaco que  el PP, pese a su estrepitoso fracaso, superó netamente los resultados que se le vaticinaban. El lector sacará (o no) las conclusiones que estime conveniente.
   

17 de abril de 2015

Hacienda somos todos... menos él.

NO SOY de los que dejan la declaración de la renta para el último día del plazo; incluso me atrevería a decir que en ese y otros quehaceres me guío, quizás en exceso, por el principio un tanto demodé de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy. Siempre he sido así y, a estas alturas de la temporada, no es cuestión  de mudar de criterios.

De modo que ayer, poco después de levantarme, me dispuse a descargar de la web de Hacienda el programa PADRE para cumplimentar mi declaración; o un primer borrador de ella al menos. Aunque me esté mal decirlo, no soy de los recién llegados al mundo de la informática, y quienes me conocen saben que tuve mi primer ordenador, si se puede dar tal nombre al aparatito que me trajeron de Londres y con el que me pasé las horas muertas haciendo programillas en BASIC, en el ya lejano año de 1981. No es de extrañar, pues, que prácticamente desde que se crearon los certificados digitales (la firma electrónica) utilice el mío con frecuencia. Ayer fue una de esas ocasiones.


Lo primero que intenté fue descargar mis datos fiscales del ejercicio de 2014. Para mi sorpresa, cada vez que hacía un clic con el ratón me aparecía en la pantalla un aparatoso aviso advirtiéndome de que el servidor al que pretendía acceder, el de la Agencia Tributaria, constituía un potencial peligro para mi ordenador, por lo que me aconsejaban interrumpir la conexión, ateniéndome, en caso de no hacerlo, a terribles consecuencias. El mensajito acongojaba un tanto, ya digo, pero, armándome  de valor, ignoré todas esas advertencias y tras un rato de desigual combate con el teclado, dejé la declaración casi vista para sentencia.

Cuando puse las noticias más tarde, entendí la razón de tanta fanfarria y tanta alarma. Un organismo público, la Agencia Tributaria, que ha sido dirigido por señores como al que ayer detuvieron para evitar que efectuase alzamiento de bienes y destruyera pruebas de evasión y blanqueo de capitales no es precisamente un lugar al que pueda acudirse sin la debida protección, sea a cuerpo serrano, sea digitalmente. Es todo un detalle que te lo adviertan.

Los españolitos somos únicos en el mundo, amigos. Si un día tuvimos por jefe de los guardias a un ladrón, ¿por qué no tener como recaudador de impuestos a quien todos los indicios señalan como  defraudador fiscal de alto copete?

Por cierto: ¿recordáis la endeblez de las razones que adujo el personaje al que me estoy refiriendo para abandonar prematuramente la presidencia del FMI? Sí, el Fondo Monetario Internacional, uno de los organismos integrantes de la famosa Troika, que tanto se ha preocupado últimamente por el bienestar de la gente sencilla y trabajadora que vivió por encima de sus posibilidades… Las piezas van encajando.



5 de abril de 2015

¿No querías titulaciones? ¡Toma un kilo!

AÑOS ATRÁS, cuando las vacas eran gordas y reinaba el jolgorio en la casa del señor (no me pregunten qué señor), se creaban titulaciones en la universidad Extremadura (y no solo en ella) con más salero que el del churrero al final de una verbena. Llegó a tales extremos la cosa que, como es sabido, hoy en día existen centros universitarios en que cada profesor toca a un tercio o un cuarto de estudiante, más o menos. A mí, por eso de las matemáticas, me gustaba utilizar un criterio para juzgar la necesidad de aquellas nuevas titulaciones: me fijaba en su denominación oficial. Cuanto más larga fuera esta, menor era aquella. Una proporcionalidad inversa, vamos. Llámenme ustedes demagogo si lo desean.



Vivimos días preelectorales, y ya se sabe que en tales fechas prometer cuesta poco, porque las palabras se las lleva el viento. Si quien promete gana, se olvidará de lo que dijo antes de que el gallo cante tres veces; si quien promete pierde, le faltará tiempo para reclamar a su sustituto que cumpla los compromisos de las instituciones. Esto, prometer el oro y el moro, que es práctica habitual en tierra cristiana, en el caso de Extremadura se está convirtiendo en una práctica tan descarada que si no fuera porque su principal protagonista tiene piel de amianto habría ardido en su propia vergüenza.

Pero volviendo al grano, es decir, al asunto de las titulaciones, una nota oficial informa de que "el Consejo de Gobierno autonómico abordará en la sesión del próximo martes día 7 la implantación de siete nuevas enseñanzas universitarias para la obtención de títulos oficiales de Grado, Maestría (Máster) y Doctorado en la Universidad de Extremadura (UEX)". Se trata entre otros –y ahora recorto el larguísimo comunicado— del «Grado en Psicología, los Másteres Universitarios de Olivicultura y Elaiotecnia y de Investigación en Formación del Profesorado y TIC y del Doctorado en Investigación en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias Experimentales, Sociales, Matemática y la Actividad Física y Deportiva». (Las mayúsculas no son mías, que conste).

Todas imprescindibles, sin duda. Pero yo añadiría alguna más, un Máster de Desfachatez en el Ejercicio del Poder y el Uso de la Facilidad que este Confiere para el Ejercicio de la Demagogia, por ejemplo. No habría que ir muy lejos para encontrar doctores que lo impartieran.

25 de marzo de 2015

Podemos debiera despejar una duda

UNA vez celebradas las elecciones del pasado domingo en Andalucía se puede asegurar que, en general, las estimaciones de voto publicadas previamente se aproximaron bastante a los resultados finales (El gráfico adjunto corresponde a los porcentajes de votos que anunciaron Metroscopia y el CIS, junto a los resultados definitivos). No sería descabellado pensar, pues, que las estimaciones ofrecidas por las encuestas sobre las elecciones del mes de mayo en Extremadura se aproximen también a los resultados finales. De ser así, el PP obtendría mayoría, pero insuficiente para gobernar, mientras que el PSOE (segundo en número de diputados) y Podemos (tercero) sumarían más votos en conjunto que el Partido Popular. La presencia de IU en la Asamblea no estaría asegurada y, de producirse, no parece que tuviera opción de contribuir, por activa o pasiva, a la investidura como presidente de Monago. Se concluiría de todo ello que, o bien se llega a un pacto entre PSOE y Podemos, en cualquiera de las formas que quepa imaginar o, descartando cualquier tipo de acuerdo y entregando la Junta al PP, la voluntad de la mayoría de los extremeños sería nuevamente ignorada.

  


Dado que Podemos, hasta ahora, no ha gobernado en lugar alguno, no habría antecedentes históricos que barajar por el PSOE (aunque sí mucha literatura, sin duda), a la hora de propiciar o rechazar un pacto con ellos. Del otro lado, los motivos que hasta ahora maneja Podemos para negarse a un acuerdo con el PSOE extremeño, acuerdo cuya materialización admitiría diversas formas, son conocidos y en buena medida están justificados por los abusos producidos durante el largo mandato de Ibarra, que en algunos momentos adoptó modos más propios de un caudillo que de un político democráticamente elegido. Podemos, sin embargo, debiera hacerse un par de consideraciones: la primera, que Vara no es Ibarra. Es posible que algunas malas prácticas habituales en los viejos tiempos no se evitaran en el único mandato de Vara, pero confundir a este con su predecesor me parece un grave error. La segunda consideración, indispensable desde mi punto de vista, sería que resulta injusto y contrario a la realidad incluir en la vilipendiada "casta" a toda la militancia socialista.

Es cierto, sí, que en el PSOE de Extremadura abundaron los arribistas, los aprovechados, los que renegaron de sus ideas en aras de apoltronarse en mullidos sillones para no hacer nada y vivir como sultanes, los que con tal de seguir en el poder viistieron hábitos de la derecha más rancia... Pero hay otro PSOE, el de gente trabajadora, honrada, que dedica buena parte de su tiempo a intentar mejorar las condiciones de la sociedad en que vive: candidatas a alcaldesas en pequeñas localidades, candidatos a diputados en la Asamblea de Extremadura que han dedicado la mayor parte de su vida al estudio y a la enseñanza pública... Tienen de "casta" lo que yo de torero.

Lo óptimo suele ser enemigo de lo bueno, y la alternativa a lo malo a veces se limita a lo menos malo. Podemos, previsiblemente tercer partido en número de votos tras las elecciones de mayo, debiera aclarar cuanto antes su posición si su representación en la Asamblea ratificara lo anunciado por las encuestas. Los ciudadanos tenemos derecho a saberlo antes de elegir la papeleta de voto.

19 de marzo de 2015

El 81,77 % de Monago

DOS PERIÓDICOS extremeños, el Hoy y el Extremadura, informan sobre un pleno de la Asamblea convocado por el inefable Monago a mayor gloria propia... Leídos el titular del segundo diario, así como el desarrollo de la "noticia”, me quedo sin saber qué demonios significa eso de un "acuerdo para la Deuda Histórica" –en todo  caso yo diría “sobre”, pero eso es harina de otro costal—, porque ni se ha fijado fecha para la firma del mismo ni se sabe cuándo, de ser finalmente suscrito, se haría la transferencia de los correspondientes fondos, ni por parte de qué Gobierno. A  pocos meses de unas elecciones de resultados impredecibles no parece asunto baladí.



La crónica de la sesión, llamémosla parlamentaria, hace pensar al lector que en ella ha habido momentos hilarantes, como cuando el pertinaz viajero afirmara, sin síntoma alguno de ebriedad, no solo que su gobierno ha cumplido el 81,77% del programa electoral del PP (ni una centésima más ni una centésima menos), sino que también ha cumplido el 70% del del PSOE y el 47% de IU.

Os aseguro que no tengo el menor propósito de ofender a este señor, pero cada día creo más profundamente que el hombre necesita la ayuda de un buen profesional... argentino, por ejemplo.

12 de marzo de 2015

Como no podía ser de otra manera

UN BUEN DÍA a alguien se le ocurre una frase que incluso puede resultar ingeniosa y dice, por ejemplo, que le toca mover ficha a fulanito, aunque el tal fulanito no esté jugando a las damas ni al dominó, sino en cualquier situación —normalmente relacionada con la política— en la que haya de tomar una decisión. Me parece que el primero que utilizó lo de las fichas fue nuestro amado expresidente del Gobierno, don José María Aznar, y aunque últimamente ha ido perdiendo vigor —la frase, no el esposo de doña Ana, Dios nos libre— todavía es utilizada de vez en cuando por algún diputado de provincias necesitado de reciclaje.

De la misma familia venida a menos que la anterior es eso de hacer los deberes. No se trata de que los niños escriban las redacciones o echen las cuentas de sus tareas escolares —si es que cosa tan anticuada aún existe—, sino de que alguien, preferentemente un político del mismo nivel, Maribel, del que mencionaba antes, haya cumplido con sus obligaciones profesionales. "Su intervención ha sido patética, señoría, debiera usted haber hecho los deberes antes de subir a esta tribuna". (Cosa distinta  es la referente al débito conyugal, pero eso lo dejaremos para mejor ocasión).

Pues bien, si en esta colección de fracesillas huecas que un día fueron quizás originales y hoy  se repiten como si de la canción que canta un loro cada mañana se tratara, hay una que me repatee especialmente, es la de como no podía ser de otra manera. Y me repatea porque suele utilizarse cuando precisamente podría haber sido de otra manera. De modo que el periodista o tertuliano de turno dirá que el Gobierno subió los impuestos, como no podría ser de otra manera, que doña Letizia fue recibida con grandes muestras de cariño, como no podía ser de otra manera, o que Monago tuvo que viajar a Canarias, como no podía ser de otra manera.

Y ya que estamos con estas cosas, amigos, preparaos para oír alrededor de un millón de veces en las próximas semanas, eso tan bonito de si la horquilla por aquí o la horquilla  por allá. ¡Qué preciosidad, qué originalidad! Tened la seguridad de que quien os lo diga lo hará a pie de urna... como no podría ser de otra manera.

8 de marzo de 2015

El ayuntamiento de Cáceres será del PP

LEO EL AVANCE de una encuesta en el periódico Hoy según la cual el Partido Popular obtendría en Cáceres en las próximas elecciones municipales más del 50 % de los votos y, aunque las encuestas merezcan el crédito que merecen y ninguno más, me parece perfectamente factible lo que esta señala. Por varias razones, de las que enumero algunas a continuación.

La primera, y quizás la más importante, es que, nos guste o no, Cáceres es una ciudad profundamente conservadora, anclada en el pasado incluso, en la que la mayor parte de la actividad económica se desarrolla en el sector terciario. Pero no solo eso, sino que Cáceres es la segunda ciudad de España, tras Badajoz, en porcentaje de funcionarios sobre el total de la población trabajadora: más del 25 %. Aunque sus condiciones laborales hayan empeorado en los últimos años, la crisis no les ha afectado como a otros trabajadores y tiene sentido pensar que no quieran poner en riesgo su estatus, por hipotéticamente que fuera, con cambios cuyas consecuencias ignoran. Ya se sabe: lo malo conocido y lo bueno por conocer...


Es cierto que si uno oye hablar a la actual alcaldesa o lee lo que escribe en un periódico con desprecio de las más elementales normas sintácticas el alcalde precedente a ella, de su mismo partido, por duro que sea reconocerlo y grande el riesgo que se corra de parecer elitista al decirlo, se concluye que ambos representan fielmente al cacereño medio, a ese que aún tiene entre las fechas más señaladas del calendario la del día en que una imagen religiosa es bajada desde "la montaña" a la catedral, donde durante varios días recibe muestras a millares, más que de sentimientos religiosos genuinos, de comportamientos que, sin la menor intención ofensiva, sino simplemente descriptiva, solo pueden calificarse de supersticiosos.

Los dirigentes del Partido Popular conocen bien cuán acendrados se hallan estos hábitos entre los cacereños y son los primeros en potenciarlos. Es cierto que autoridades locales y regionales pertenecientes al partido socialista también se apuntaron en años precedentes a ese carro, pero claro, se notaba mucho el paripé: a la hora de la verdad el elector devoto de Frascuelo y de María prefiere el original a la copia, y, puestos a practicar una política conservadora tradicional, nadie mejor que los señores y señoras del PP. Lo llevan en los genes.

Hay otras razones más coyunturales que también contribuyen dar por bueno lo vaticinado por la encuesta de Hoy. Obviando —lo que ya es obviar— la práctica inexistencia de una oposición que se dejara oír en el ayuntamiento cacereño en estos últimos años, el procedimiento de elección de candidatos a alcaldías mediante las llamadas primarias en el PSOE ha estado nefastamente organizado, de manera que, como ha ocurrido en esta ciudad, ha resultado elegido como candidato quien ni siquiera contaba con mayoría en su propio partido. Con todo mi respeto personal para el cabeza de lista del PSOE a las municipales de Cáceres hay que reconocer que apenas es conocido entre la población y que sus méritos no son especialmente destacables. Lo cual, por cierto, es más lamentable si se tiene en cuenta que los dos candidatos que resultaron excluidos tenían una gran solidez, siendo las intrigas en el seno de su organización las que los dejaron fuera de juego. Muchos amigos del PSOE cacereño aún se llevan las manos a la cabeza cuando les preguntas cómo fue posible tal desaguisado.

Y, finalmente, otra de las causas de la más que probable victoria de la actual señora alcaldesa (que además es senadora, lo que en un país en el que la lógica tuviera cabida  resultaría legalmente incompatible), es el que los partidos emergentes aún no están suficientemente implantados en nuestra ciudad. Ciutadans puede recoger una parte del voto de derechas cacereño, no tan apergaminado como el que se dirige al PP, pero en cuantía que no creo que permita a dicho partido alcanzar más de uno o dos concejales. En cuanto a los partidos de izquierda, una vez que la paradójicamente llamada Izquierda Unida no se presentará a las elecciones municipales como tal partido, especialmente ofendido su electorado más urbano tras el apoyo dado a Monago en la Asamblea, las esperanzas que en otros lugares del país despierta Podemos aquí están por hacerse notar. La sopa de siglas en que los grupos afines a este nuevo partido se empecinan cada día más en hundirse despista incluso al elector mejor informado y, a pocas fechas de las elecciones, el común de los mortales, entre los que como es lógico me incluyo, necesitaría de un manual de instrucciones para saber qué papeleta habría de coger el próximo 24 de mayo.

Así de cruda es la realidad.

7 de marzo de 2015

Los secretos de Podemos, desvelados

EMPEZAMOS la reunión. Tomen ustedes la palabra, empezando por el agente encubierto HP1
— Gracias, boss. Yo tengo un documento en que se prueba que Errejón hizo la primera comunión y, además, sin haberse confesado.
— Formidable. Mándelo a El País. ¿Y usted, HP2?


— Una primicia, jefe: parece que Monedero tuvo una novia venezolana y la dejó por otra más rica, cubana.
— ¿Tiene fotos?
— No, pero el del Photoshop está en ello.
— ¡Magnífico! ¿HP3?
— Algo asombroso, señor. He descubierto que hubo otro Pablo Iglesias, que se declaraba marxista.
— ¿Otro Pablo Iglesias? Siga investigando. Eso promete. ¿HP4?
— La de Sevilla
— Sí, ¿qué?
— Hay pruebas de que un día llegó tarde al instituto por haber acudido una manifestación contra la guerra. Vestía de rojo pese a ser tiempo de Cuaresma.
— ¿Le descontaron el sueldo?
— Estamos averiguándolo con un primo de don Cristóbal.
— Ok. Si no lo hicieron pase informe a El Mundo.
...

— ¿Y usted, HP540?
— Estoy a la espera de un vídeo en que se ve a Iglesias, Errejón y Pablo Echenique jugando al fútbol con camisetas de la URSS.
— ¿Echenique?  ¿Es fiable la fuente?
— Totalmente, don Jorge. Eduardo, ya sabe...
— ¡Estupendo! Se han ganado todos ustedes el sueldo, aunque recuerden que ahora está más complicado lo de los sobres... Pediré al tesorero que se los entregue mañana en el retiro semanal en Somosaguas. ¡Ave María Purísima!
— ¡Sin pecado concebida!
— Se levanta la sesión.
   

11 de febrero de 2015

Una anécdota del profesor Senabre

RECIENTEMENTE fallecido el profesor Senabre, los medios informativos regionales han dedicado a glosar su figura mucho menos espacio del que hubiera merecido, aunque lo ocupen habitualmente con asuntos mucho menos importantes. Sin entrar en cuestiones académicas propias de especialistas, no hay que olvidar que el profesor Senabre fundó el Colegio Universitario de Cáceres, semilla del posterior semidistrito en esta ciudad de la Universidad de Extremadura. Un buen número de profesores y catedráticos formados por él, junto a algún ilustre colega  prematuramente desaparecido, constituyeron más tarde el núcleo de la facultad de Letras de nuestra ciudad. Las líneas que siguen pretenden difundir, partiendo de una anécdota de la que fui testigo, un rasgo de su personalidad, al margen de lo estrictamente académico, quizás no suficientemente conocido.


Me encontré por  primera vez con el profesor Senabre en un seminario interdisciplinar que se organizó en Guadalupe a principios de los 70. Sin embargo, mi relación más significativa con él se produjo cuando, junto con otros profesores y profesionales cacereños, coincidimos en una agrupación en defensa de los valores democráticos, constituida al poco de haberse producido el golpe de estado del 23 F. Vista desde la perspectiva actual, ese compromiso suyo de carácter político puede parecer poca cosa; en aquellos momentos constituía toda una valiente declaración de principios.

Fue justamente debido a su predisposición a favor de los valores democráticos por lo que se produjo la anécdota que quería recordar. Era el mes de junio de 1981 y en Jarandilla de la Vera iban a iniciarse los primeros cursos de verano de la Uex, auspiciados por el catedrático ahora recién fallecido. Los ponentes eran de altísimo nivel (recuerdo a don Sixto Ríos, padre de la Estadística en España, don Julián Marías, el profesor Norberto Cuesta de Salamanca, etcétera). También se hallaba presente entre los organizadores de los cursos cierto personaje cacereño que, relativamente joven entonces, había tenido tiempo para desempeñar un sinnúmero de cargos oficiales durante la dictadura y no menos en los de la incipiente democracia: presidente de la Diputación provincial, delegado de educación, director de escuela universitaria… No quiero calificarlo con la palabra que me viene a la cabeza, pero podría decirse que no había asunto relativo a la educación en Extremadura en el que su intervención no fuera decisiva, se tratara del nombramiento de tribunales de oposiciones, de la contratación de profesores, de la creación de nuevos centros universittarios…

Hallándonos un grupo de personas, entre ellas el citado personaje, tomando un aperitivo en una famosa taberna de Jarandilla, le dio al mesonero por contar chistes de los que entonces circulaban en ciertos medios y con los que se pretendía ridiculizar a los diputados que meses atrás habían sido secuestrados por Tejero, mientras se ensalzaba a este a base de mencionar, faltaba más, los atributos sexuales de que, a diferencia de sus víctimas, andaba sobrado. Al poco, mi paciencia llegó el límite y tras unas palabras agrias por mi parte, abandoné el grupo de forma abrupta.

Minutos después, coincidimos en el comedor reservado de la residencia de los cursos varios de los ponentes, el profesor Senabre, el personaje del que vengo hablando y un servidor. En cierto momento, pretendiendo sin duda el tan contumaz franquista como incansable charlatán, hacerse el gracioso, dijo más o menos: «¿Qué le parece a usted, don Ricardo, estábamos en el “Puta parió” –así se llamaba la taberna– contando unos chistes sobre Tejero y la poca casta de aquel encierro y Juan Luis se ha enfadado, dando un portazo y marchándose sin despedirse». Senabre no pestañeó. Mirándome a mí, pero consciente de que todos le escuchábamos, disparó: “no sé de qué se extraña usted, amigo Corcobado; recuerde que en nuestro país ladrones y bandoleros han gozado siempre de gran predicamento entre gente de tan baja estofa como ellos mismos; no iba a ser esta la excepción”.

El ensalzador de los golpistas, lívido, se tragó sus palabras –el profesor Senabre era mucho adversario para él–, enmudeció para el resto de las jornadas y, desde entonces, dicen que solo ha abierto la boca en caso de estricta necesidad.
 

¿Galgos, podencos? Mientras, Monago se ríe de todos

CUANDO, hace ya casi cuatro años, los tres diputados de IU en la Asamblea de Extremadura permitieron con su abstención que José Antonio Monago ocupara la presencia de la Junta, no solo hicieron que muchos votantes de ese partido nos sintiéramos engañados, estafados, vilipendiados y nos prometiéramos que nunca jamás volverían a contar con nuestro apoyo. Hicieron que un señor que, como después se demostraría, carecería de escrúpulos con tal de mantenerse en el poder, pudiera usar sin complejo alguno, en su propio beneficio, todos los recursos que dicho poder traería aparejados. El principal de ellos, el dinero aportado por todos los contribuyentes, con el que el prepotente amante de los viajes a costa (o costas) ajena mantiene un costosísimo gabinete publicitario que controla no solo los medios públicos regionales de información, como Canal Extremadura, sino buena parte de los pocos privados aquí existentes.

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La imagen muestra una página completa del periódico Extremadura de hoy. No se trata de una página publicitaria, ni de un publirreportaje… No. Se trata de una página que en algo digno de ser llamado periódico jamás hubiera visto la luz. ¿Se necesitan más instrumentos que  esta sábana infame para calibrar en su justa medida la desfachatez política del presidente de la Junta y la carencia de cualquier rastro de ética profesional en los serviles emborronapapeles que doblan hasta casi rompérsela la cerviz ante él?

Dentro de tres meses habrá elecciones al parlamento autonómico. Y somos muchos los que estamos cansados de disquisiciones metafísicas entre afines, y de si yo estoy en la izquierda de verdad y tú en la de pacotilla, y de si tú no llegas ni a socialdemócrata y yo soy un auténtico revolucionario... Estamos hartos de si galgos o podencos. Estamos hartos porque gracias a eso un tipo como el de "no se la enseño porque es mía y no me da la gana" podría seguir fomentando la incultura política, podría seguir utilizando los bienes públicos en su propio beneficio, podría seguir considerándonos a todos los ciudadanos extremeños gilipollas. ¿O, finalmente, tendrá razón?

¡Váyanse al destierro político definitivo los traidores que hicieron que Monago alcanzara la presidencia, no nos hagan más daño, tómense unas tan largas como inmerecidas vacaciones, pero el resto, todos, por favor, con unas siglas u otras, en círculos o en cuadrados: únanse, pacten, hagan lo que les dé la gana, pero no permitan que este tipo nos avergüence durante cuatro años más.


7 de febrero de 2015

El PP de Monago y los periodistas

CUENTAN que hace unos meses un tipo importante del PP se presentó en la sede central en Madrid del grupo Vocento que, entre otros muchos, edita el diario regional extremeño Hoy. Vocento, grupo formado por más de 100 empresas, se constituyó en septiembre de 2001, tras la fusión del Grupo Correo y Prensa Española.

El tipo del PP, cuyo nombre omitiré, exigió sin más contemplaciones a la dirección del grupo vasco-madrileño, como si uno de sus vasallos se tratara, la inmediata destitución del director del periódico Hoy que, dado el desolador panorama del periodismo en Extremadura y la miopía de la derecha autóctona, les parecía de extrema izquierda, y su inmediata sustitución por uno de los redactores del diario.
 
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Para saber en qué terminó aquella visita baste con recordar que el director de Hoy sigue siendo el mismo que entonces y que, en cambio, un nuevo redactor hubo de abandonar su puesto de trabajo junto al Guadiana y se incorporó a la plantilla del periódico Extremadura, pese a que en dicho rotativo se había efectuado hacía poco tiempo un ERE. El viejo periódico creado a principios del siglo pasado por el obispado de Cáceres sigue perteneciendo formalmente al grupo Zeta, que tras adquirirlo años atrás intentó hacer de él un diario digno, aun en su modestia, pero todo el mundo sabe que si sobrevive en la actualidad es gracias a que se ha convertido en el órgano propagandístico del PP que, de forma más o menos encubierta, lo subvenciona generosamente con dinero público.

¿Que qué tiene que ver esta historia con el recorte que pongo? Nada, son cosas mías.
 

25 de enero de 2015

Podemos y yo

NO HAY DÍA en que el fenómeno Podemos no suscite en cualquier español medianamente interesado por la política un sinnúmero de reflexiones. Las siguientes no pretenden ser originales ni, mucho menos, constituir un sesudo artículo digno de ser archivado; son, sencillamente, algunas consideraciones elementales que alguien, observador de lo que sucede a su alrededor, pretende trasladar a sus amigos

La primera de ellas es que digan lo que digan los líderes de Podemos, probablemente de manera cada vez más atenuada, su organización está situada a la izquierda del espectro político. No van a lograr un solo apoyo más por pretender situarse en una especie de limbo político. Quizás sea eso precisamente lo que explique la inquina con que algunos medios afines al PSOE, o incluso ciertos dirigentes del PSOE, están cargando las tintas contra esta joven organización. No importa que muchas de las propuestas de Podemos pudieran compararse con las que hizo el PSOE en los primeros años de la transición; se trata de que hay una larga lista de convocatorias electorales a la vista y todos y cada uno de los votos progresistas  –el término parecerá vago a algunos, lo sé— van a ser disputados con uñas y dientes. En cualquier caso, me apena ver cómo algunos socialistas a los que incluso tengo aprecio personal utilizan los argumentos de la derecha más reaccionaria, intentando desacreditar a los líderes de Podemos. Lo último están siendo las críticas desatadas entre la dirección del PSOE por un hecho tan normal como que Pablo Iglesias se haya reunido con Zapatero y Bono (que fue defensor de su padre ante el TOP). ¿Temen que el joven profesor pueda trasmitir a los ahora caídos en desgracia alguna enfermedad tropical? ¿Que les haga recordar sus orígenes? ¿Que los enfrente a sus contradicciones?



Otra cosa es la actitud de la derecha más rancia, la derecha de Esperanza Aguirre, de Floriano, de Rajoy... Que este último, por ejemplo, reproche a Iglesias que si ha podido estudiar ha sido gracias a las oportunidades que le ha dado el sistema al que ahora critica, es utilizar exactamente el mismo argumento que utilizaban los más fervientes franquistas cuando los estudiantes se enfrentaban a la dictadura: “¡Encima de que son unos niños mimados!” De aquí a nada veremos al más tristón de los  tristes registradores de la propiedad —que ya es decir— acusando a los de Podemos de ser la anti España. Por no hablar de la señora duquesa (o marquesa, me pierdo), esa que consiguió la presidencia de la comunidad de Madrid gracias a la compra de algunos diputados del PSOE y bajo cuyo mandato florecieron tramas de corrupción en las que varios de sus más destacados consejeros estuvieron implicados. Sí, esa misma, acusando poco menos que de ladrones a Monedero y compañía. Sin olvidar su empeño en sacar a pasear a ETA cada vez que lo considera útil a sus intereses, aunque sea a costa de renovar día tras día el dolor de las víctimas.

¿Mantendría yo que los integrantes de Podemos sean seres angelicales, libres de toda mancha, concebidos sin pecado original? ¿Que carezcan de contradicciones? ¿Que sean transparentes cual agua cristalina? Tengo años más que suficientes para negar tal posibilidad. Incluso dudo de que sean sus papeletas las que utilice en las próximas elecciones. Lo que afirmo es que cada vez que compruebo la forma en que tirios y troyanos atacan burdamente a quienes están aportando una renovada ilusión de cambio en la sociedad española, cada vez que un periodista violador reincidente de su código deontológico repite la misma monserga intentando restar un miligramo de credibilidad a quienes se atreven a llamar al pan pan y al vino, vino, más me considero moralmente obligado a decir “hasta aquí hemos llegado” y, definitivamente, vestirme de morado. Sin coleta, claro, por razones obvias.


18 de enero de 2015

Hasta el 24 de mayo, no te quites el sayo.

PUBLICADA hace unas horas por el diario Hoy una encuesta sobre la intención de voto en las próximas elecciones autonómicas en Extremadura, inicialmente iba a dejar aquí una nota al respecto, pero luego desistí. Por dos razones principalmente: la primera, porque el margen de error del sondeo me parecía muy alto. Así, si los estudios del CIS suelen ofrecer un nivel de confianza del 95,5% con un error máximo del 2%, el de Sigma Dos para Hoy, para alcanzar igual nivel de confianza ha de admitir un error de hasta el 3,53%. La segunda razón por la que pensé que no merecía mucho la pena el esfuerzo de analizar la encuesta era porque atribuía resultados importantes a un partido, Podemos, del que hasta hace un rato, creía que se ignoraba si se iba a presentar a las elecciones y, más aún, cuáles serían sus candidatos.

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Sin embargo, luego he cambiado de idea. Por una parte, me confirman la presentación de una candidatura de Podemos, aunque todavía sin cabeza visible. Y, por otra, porque me dicen que la empresa responsable del estudio es afín al PP –y eso conviene difundirlo– y porque, amén de señalar otro reparo al estudio (se ha hecho el mismo número de entrevistas en Badajoz y Cáceres, aunque luego los resultados se hayan ponderado de acuerdo con la representación correspondiente a cada circunscripción), desearía, por escaso que sea su valor, dar mi opinión sobre los dos cabezas de lista hasta ahora conocidos, Monago y Fernández Vara.

A Fernández Vara, quizás silencioso en exceso en fechas recientes, le considero un buen candidato, muy perjudicado en sus expectativas por la debilidad del PSOE a nivel nacional, al que parece que todo le sale mal, y la falta de liderazgo de su nuevo secretario general. Que no renovara su anterior presidencia de la Junta habría que atribuirlo, más que a sus deméritos, a la crisis y consiguiente giro de Zapatero, y a quienes votamos a Izquierda Unida y luego vimos nuestro voto puesto al servicio del PP.

En cuanto a Monago, de personalidad tan parecida a la de Rodríguez Ibarra, por manejado por hilos invisibles que esté y por exceso de engreimiento que lleve sobre sus espaldas, reune los ingredientes necesarios para caer bien entre la que los comentaristas deportivos llaman "la grada". Al margen de que los medios, públicos o privados controlados por el PP, no den puntada sin hilo. Un día, otro, otro… Puede que algunos nos movamos en ambientes poco representativos, en términos estadísticos, de la población, y tengamos por ello una visión desenfocada de la realidad. Teniendo en cuenta esta circunstancia, el sondeo puede ser más certero de lo que a algunos nos gustaría.

Pero tranquilos, amigos: Hay algo en lo que todos, tirios y troyanos, estaremos de acuerdo: hasta el 24 de mayo, no habrá que quitarse el sayo.


5 de enero de 2015

The Servant en Mérida

UNA DE LAS PELÍCULAS que más me impresionó en aquellos años en que gracias a las salas de arte y ensayo pudo empezar a verse en España cine del que hasta entonces había sido censurado, fue la demoledora The Servant. La dirigió en 1963 Joseph Losey, corriendo su argumento a cargo del en esos días joven airado dramaturgo y posteriormente premio Nobel de Literatura,  Harold Pinter: Tony, un distinguido miembro de la clase alta londinense, contrata como mayordomo a Hugo Barret, que parece reunir las condiciones idóneas para su trabajo. Durante algún tiempo ambos, patrón y empleado, mantienen sus respectivos roles, pero las tornas van cambiando sutilmente hasta que, al final, quien se hace con las riendas de la casa y termina humillando a quien fuera su señor es el diabólico subalterno, interpretado por un magistral Dirk Bogarde.

Como es sabido, quien verdaderamente manda hoy en la Junta de Extremadura (pomposamente llamada Gobierno  de Extremadura por quienes ahora se sientan en sus sillones) no es su presidente, José Antonio Monago, sino Iván Redondo, un asesor contratado inicialmente por Monago para dirigir su campaña electoral y que en la actualidad es quien maneja diestramente –perdón por el fácil juego de palabras–, bajo la etiqueta de director de gabinete, los hilos de la marioneta en que se ha convertido el "pertinaz viajero", ordenándole qué tiene que decir, cómo y cuándo. Todo está en el guión, y algún retorcido hay que piensa que incluso lo de los viajes a Canarias a cargo del erario salió de ese mismo libreto.

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Fuera como fuese, el caso es que, ayer, El periódico Extremadura, Boletín Oficial del Partido Popular en la región, publicó la nota adjunta (Hay que 'pinchar' sobre la imagen para poderla leer). A mí me pareció enormemente significativa, pues en ella se pone claramente de manifiesto la naturaleza de los ideales que mueven a algunos a dedicarse a la política. Este parece ser el caso de Redondo, que ordena a una de las plumas a su servicio que vaya sembrando dudas sobre la desnudez en que quedaría su actual contratante —si esto no es un chantaje, que venga Dios y lo vea— si no se plegara a sus ambiciones. El mayordomo, como el de la película de Losey, terminará muy probablemente no solo convirtiéndose, pues ya lo es, en el jefe de la casa monaguesca (no confundir con monegasca, por favor), sino riéndose para sus adentros aún más de un desquiciado exconcejal de Badajoz que, yendo tan sobrado de engreimiento como escaso de lo que suele hallarse bajo el cráneo, pagará lo que sea menester para que el espejito de Blanca Nieves siga cantándole dulces milongas cada mañana.