22 de abril de 2014

Trío de ases: La exconsejera, el consejero y el portavoz

“El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha anulado la nota de la oposición de Cirugía General y del Aparato Digestivo, en la que la exconsejera de Sanidad entre 2007 y 2011, María Jesús Mejuto, obtuvo la nota más alta”. (Periódico Hoy, 22 de abril de 2014).



No seré yo quien salga en defensa de la exconsejera, a la que sin duda no le faltarán medios para recurrir la decisión del SES, pero no pensaba yo que bastaran "elementos probatorios de carácter indiciario”, como ha dicho el actual consejero de Salud y Política Social, Hernández Carrón, para adoptar una medida que, en cierto sentido, equivale a la declaración de culpabilidad en un juicio penal. Todo el asunto de la oposición es verdaderamente lamentable y la sospecha de corrupción es  inevitable, pero si todos los argumentos para anular la adjudicación de la plaza a Mejuto son los que cita Hernández, el tribunal que examine el previsible recurso de la médico no tendrá que esforzarse mucho para declarar nula la resolución.

En relación, aunque sea tangencial, con el asunto de marras, me resulta imposible no reproducir lo dicho sobre él por el portavoz parlamentario del PP en la Asamblea de Extremadura:  "Lo que no se puede permitir, y creemos que se ha dado un paso importante con esta resolución, es que todos aquellos que se esforzaron, todos aquellos profesionales que en su momento hicieron esa prueba para conseguir un puesto de trabajo dentro de lo que era la administración, administración que controlaba precisamente el señor Fernández Vara y concretamente por delegación la señora Mejuto, no puede sino ampararse precisamente en que todos somos iguales y que aquí no cabe ni la relación de amistad, ni la relación de cargo ni la relación de parentesco”.

¡Santísima Virgen de la Montaña, qué le habrá hecho a este hombre el castellano!