26 de abril de 2015

Encuestas preelectorales en Extremadura

PUBLICA hoy El País una encuesta de Metroscopia según la cual los resultados que se hubieran producido de haber tenido lugar en este mismo día las elecciones autonómicas en Extremadura habrían sido los siguientes:

No pongo en duda el rigor centífico de ese estudio, pero convendría tener en cuenta, inicialmente, dos aspectos del mismo: el primero, que para los datos de cada una de las dos provincias el intervalo de error tiene una longitud del 9 %; eso, en el caso de IU, cuya presencia en la Asamblea exige un mínimo del 5 % del voto en cada provincia, supone que su desaparición del parlamento sea una posibilidad no descartada por el estudio. ¿A quiénes irían a parar en tal caso los tres escaños que se le atribuyen? Previsiblemente uno a cada uno de los tres primeros partidos: la suma PP + Ciudadanos daría mayoría absoluta. El segundo aspecto a considerar, este ya menos objetivo, es que resulta sorprendente (a mí, al menos) que el único partido que no perdería apoyo respecto de las pasadas elecciones sería precisamente IU. ¿Ningún exvotante de IU daría su voto a Podemos tras el apoyo del partido de Escobar a Monago en la legislatura  que ahora expira? La respuesta, puedo asegurarlo, es negativa. 

Desde otro punto de vista, el de la confianza que merecen los estudios de este tipo, no voy a comparar el hoy publicado con los publicados recientemente por otros medios, cuyas conclusiones son netamente diferentes a las  del de hoy. Voy a fijarme en el que publicó Metroscopia sobre las elecciones andaluzas.



Los resultados electorales fueron estos:


Destaco que  el PP, pese a su estrepitoso fracaso, superó netamente los resultados que se le vaticinaban. El lector sacará (o no) las conclusiones que estime conveniente.
   

17 de abril de 2015

Hacienda somos todos... menos él.

NO SOY de los que dejan la declaración de la renta para el último día del plazo; incluso me atrevería a decir que en ese y otros quehaceres me guío, quizás en exceso, por el principio un tanto demodé de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy. Siempre he sido así y, a estas alturas de la temporada, no es cuestión  de mudar de criterios.

De modo que ayer, poco después de levantarme, me dispuse a descargar de la web de Hacienda el programa PADRE para cumplimentar mi declaración; o un primer borrador de ella al menos. Aunque me esté mal decirlo, no soy de los recién llegados al mundo de la informática, y quienes me conocen saben que tuve mi primer ordenador, si se puede dar tal nombre al aparatito que me trajeron de Londres y con el que me pasé las horas muertas haciendo programillas en BASIC, en el ya lejano año de 1981. No es de extrañar, pues, que prácticamente desde que se crearon los certificados digitales (la firma electrónica) utilice el mío con frecuencia. Ayer fue una de esas ocasiones.


Lo primero que intenté fue descargar mis datos fiscales del ejercicio de 2014. Para mi sorpresa, cada vez que hacía un clic con el ratón me aparecía en la pantalla un aparatoso aviso advirtiéndome de que el servidor al que pretendía acceder, el de la Agencia Tributaria, constituía un potencial peligro para mi ordenador, por lo que me aconsejaban interrumpir la conexión, ateniéndome, en caso de no hacerlo, a terribles consecuencias. El mensajito acongojaba un tanto, ya digo, pero, armándome  de valor, ignoré todas esas advertencias y tras un rato de desigual combate con el teclado, dejé la declaración casi vista para sentencia.

Cuando puse las noticias más tarde, entendí la razón de tanta fanfarria y tanta alarma. Un organismo público, la Agencia Tributaria, que ha sido dirigido por señores como al que ayer detuvieron para evitar que efectuase alzamiento de bienes y destruyera pruebas de evasión y blanqueo de capitales no es precisamente un lugar al que pueda acudirse sin la debida protección, sea a cuerpo serrano, sea digitalmente. Es todo un detalle que te lo adviertan.

Los españolitos somos únicos en el mundo, amigos. Si un día tuvimos por jefe de los guardias a un ladrón, ¿por qué no tener como recaudador de impuestos a quien todos los indicios señalan como  defraudador fiscal de alto copete?

Por cierto: ¿recordáis la endeblez de las razones que adujo el personaje al que me estoy refiriendo para abandonar prematuramente la presidencia del FMI? Sí, el Fondo Monetario Internacional, uno de los organismos integrantes de la famosa Troika, que tanto se ha preocupado últimamente por el bienestar de la gente sencilla y trabajadora que vivió por encima de sus posibilidades… Las piezas van encajando.



5 de abril de 2015

¿No querías titulaciones? ¡Toma un kilo!

AÑOS ATRÁS, cuando las vacas eran gordas y reinaba el jolgorio en la casa del señor (no me pregunten qué señor), se creaban titulaciones en la universidad Extremadura (y no solo en ella) con más salero que el del churrero al final de una verbena. Llegó a tales extremos la cosa que, como es sabido, hoy en día existen centros universitarios en que cada profesor toca a un tercio o un cuarto de estudiante, más o menos. A mí, por eso de las matemáticas, me gustaba utilizar un criterio para juzgar la necesidad de aquellas nuevas titulaciones: me fijaba en su denominación oficial. Cuanto más larga fuera esta, menor era aquella. Una proporcionalidad inversa, vamos. Llámenme ustedes demagogo si lo desean.



Vivimos días preelectorales, y ya se sabe que en tales fechas prometer cuesta poco, porque las palabras se las lleva el viento. Si quien promete gana, se olvidará de lo que dijo antes de que el gallo cante tres veces; si quien promete pierde, le faltará tiempo para reclamar a su sustituto que cumpla los compromisos de las instituciones. Esto, prometer el oro y el moro, que es práctica habitual en tierra cristiana, en el caso de Extremadura se está convirtiendo en una práctica tan descarada que si no fuera porque su principal protagonista tiene piel de amianto habría ardido en su propia vergüenza.

Pero volviendo al grano, es decir, al asunto de las titulaciones, una nota oficial informa de que "el Consejo de Gobierno autonómico abordará en la sesión del próximo martes día 7 la implantación de siete nuevas enseñanzas universitarias para la obtención de títulos oficiales de Grado, Maestría (Máster) y Doctorado en la Universidad de Extremadura (UEX)". Se trata entre otros –y ahora recorto el larguísimo comunicado— del «Grado en Psicología, los Másteres Universitarios de Olivicultura y Elaiotecnia y de Investigación en Formación del Profesorado y TIC y del Doctorado en Investigación en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias Experimentales, Sociales, Matemática y la Actividad Física y Deportiva». (Las mayúsculas no son mías, que conste).

Todas imprescindibles, sin duda. Pero yo añadiría alguna más, un Máster de Desfachatez en el Ejercicio del Poder y el Uso de la Facilidad que este Confiere para el Ejercicio de la Demagogia, por ejemplo. No habría que ir muy lejos para encontrar doctores que lo impartieran.