13 de mayo de 2014

Canal Extremadura, censurado, no da la moción de censura

SOY DE quienes creen que la mayoría de los canales autonómicos de televisión son perfectamente prescindibles y que en la mayoría de los casos son meros órganos propagandísticos de los gobiernos de turno, pero eso de que en Extremadura se debata en el parlamento regional (por cierto: con alteración de las normas previamente establecidas) una moción de censura y el partido mayoritario, el  Partido Popular (no sé si con apoyo o no de sus socios de Izquierda Unida) impida su transmisión en directo por el canal autonómico, Canal Extremadura, cae en el terreno de lo esperpéntico. ¡Mira que si, por trasmitirlo tienen que dejar de emitir uno de esos programas dedicados a las escuelas taurinas para niños o al partido del siglo entre dos importantes equipos de la octava  regional de fútbol!



No soy, no vaya a confundirse el lector, de quienes vayan a pedir comportamiento democrático a quienes, por poner un ejemplo, dejan sin efecto una disposición vigente desde hace varios años y permiten que un pueblo extremeño se llame Guadiana del Caudillo; no voy a pedir comportamiento ético a quienes no tienen empacho en utilizar a su mayor gloria el dinero público para mantener medios informativos (?) que, salvo que la virgen del lugar lo impida, dedican todas su páginas a la alabanza servil del amadísimo líder y a la propaganda política más descarada.

No, no soy de esos. Pero, por Dios bendito: Si no la ética, ¿no podrían cuidar un pelín al menos la estética? Es que se os raspa lo más mínimo, tíos, y se os ve el correaje.
 

11 de mayo de 2014

Manipulación sin vergüenza

EL PERIÓDICO Extremadura, órgano propagandístiico del PP, echa el resto hoy, con una primera plana verdaderamente vergonzosa. Por cierto, una sencilla búsqueda en Internet permite saber que “Accesi (no confundir con Acces) Consulting de Marketing está registrada en el directorio de Alicante bajo la categoría de marketing, mercadotecnia, publicidad”.

 

Primera pregunta del cuestionario supuestamente  pasado a los no menos supuestos componentes de la muestra:

¿Apoya usted una moción de censura en Extremadura a falta de un año para las elecciones autonómicas?

¡Pero qué manipuladores, que desvergüenza! ¡A cuento de qué lo de «a falta de un año para las elecciones autonómicas»?

  

8 de mayo de 2014

Monago no ganó las elecciones

EXISTEN varias formas de hacer propaganda política. Una de ellas, la más burda, consiste en llenar los medios antes llamados de información de loas sin tino e imágenes celestiales del pagador a cuyos intereses se sirve. Así, nos encontraremos con periódicos cuyo permanente quehacer consistirá en glosar sin pudor los inconmensurables éxitos del querido líder o toparemos con debates supuestamente plurales en las televisiones (autonómicas, no autónomas) en los que moderadores de total confianza sabrán cómo llevar las sardinas a las ascuas pertinentes… Es tan flagrante el asunto que, aun ciego y sordo, uno se percataría de ello...


Pero existe otra forma más sutil de proceder, una manera más imperceptible de incrustarse en el subconsciente de los lectores, de los oyentes poco avisados... Consiste en dar por ciertos supuestos que no lo son o -seamos condescendientes- susceptibles de distintas interpretaciones.

Hoy, por ejemplo, presentada en Extremadura una moción de censura contra el presidente de la Junta, Monago, se puede leer en un diario regional: “El líder del PSOE buscaba el efecto mediático [al presentar esa moción] y lo consiguió, metiendo nuevamente al zorro en el gallinero de Izquierda Unida, una formación que, por segunda vez esta legislatura, está obligada a decidir entre apoyar a los socialistas o dejar que siga gobernando quien ganó las elecciones”.

Pues no, lo siento. Monago no ganó las elecciones. Su partido, el Partido Popular, fue el más votado, sí, pero no tanto como para alcanzar mayoría en el parlamento… Si Monago se sentó en el sillón de la Presidencia de la Junta no fue porque “ganara las elecciones”; fue porque algunos que pudieron evitarlo se lo consintieron. Los mismos que, por cierto, no creo que dentro de unos días caigan de caballo alguno.