10 de julio de 2014

Garganta profunda extremeña

GARGANTA PROFUNDA, la famosa película porno americana de los años 70, de enorme éxito y repercusión internacional, causó estragos en la reaccionaria sociedad estadounidense del presidente Nixon. Leo en la Wikipedia que "tras múltiples intentos fallidos para prohibir la cinta y de procesar al director y a los productores finalmente los sectores más integristas lograron que se condenara al actor principal, Harry Reems, a cinco años de cárcel".


Fue precisamente ese nombre, Garganta Profunda, el que adoptó el informante, entonces anónimo (hace poco se supo que se trataba de W. Mark Felt, exdirector adjunto del FBI), que proporcionó a los reporteros de The Washington Post Carl Bernstein y Bob Woodward las pistas que les permitieron evidenciar las prácticas mafiosas con que Nixon procuraba ser reelegido presidente. Una especie de House of Cards, vamos, pero en blanco y negro. Muy negro. También se hizo, por cierto, una  extraordinaria película sobre ese asunto: All the President's Men  (Todos los hombres del presidente).



Dar un salto de los Estados Unidos de hace 40 años a la Extremadura de hoy es muy arriesgado, pero en estos días en que salen a la luz por estas tierras ciertas irregularidades financieras por parte de conocidos políticos  regionales, comportamientos de dudoso respeto a la legalidad por parte de quienes más obligados debieran estar a respetarla, y vaya usted a saber qué más próximamente, me pregunto quién será la garganta profunda extremeña, de dónde procederá, qué hará en sus ratos libres, quién, finalmente, la estará alimentando (en el sentido más inocente del término, por supuesto).


Tengo mis sospechas, claro, pero en el mundo de la mafia nunca puede estar uno seguro de quién será quien pegue el último tiro. Se admiten apuestas.