17 de marzo de 2012

Aviones por aquí, aviones por allá...

ME CRUZO con un amigo al que llevaba mucho tiempo sin ver y le saludo cordialmente. Tras intercambiar unas palabras de cortesía, al mencionarle a un colega común observo en él un gesto de extrañeza que me suscita la duda y me obliga a preguntarle. Finalmente, resulta que no es quien yo creía. Cortadísmo, me disculpo como puedo y le agradezco la atención que me ha prestado.

Como me ocurriera a mí mismo hace unos días con ese paisano, cierto consejero de la Junta debió de encontrarse, hace meses, con una pizpireta compañía aérea, a la que tomó por amiga. La saludó obsequioso, le propuso negocios, quedaron en verse... pero cuando llegó el momento de formalizar la relación nuestro hombre se percató de lo irremediable: Esa prometedora amiga, de cuyo compromiso tanto había alardeado, no era quien él pensó, sino una desconocida que le dio plantón, dejándolo compuesto y sin novia.
Esto afirmaba la prensa regional el pasado día 9
Tras lo sucedido en la última semana con los fallidos vuelos internacionales desde Badajoz, lo pertinente habría sido que el consejero de Fomento, reconocida la tomadura de pelo de Rayanair, hubiera pedido disculpas a la ciudadanía por haber vendido alegremente la piel de un oso que aún no había cazado. Quizás, dado que todos metemos la pata en ocasiones, el suceso hubiera podido quedar en un sapo más de esos que, según dicen, tienen que tragarse todas las mañanas quienes se dedican a la política.

Pero no. En lugar de reconocer el chasco y entonar el oportuno mea culpa, el hombre prefirió convocar una rueda de prensa para anunciar con forzada cara de póker que «habiéndose enterado» de que otra aerolínea estaba interesada en utilizar el aeropuerto pacense, este volvería a funcionar próximamente. Sobre los miles y miles de viajeros de medio mundo antes asegurados, que convertirían nuestra región en un emporio turístico, sobre la grandiosa flotilla de la nueva compañía y su capacidad operativa, un tupido –¿estúpido?– velo.

Siendo toda la historia un puro culebrón, de final aún incierto, no me extrañó la novelesca forma en que el telediario regional enfocó aquella noche el asunto. Viéndolo, cualquiera hubiera creído que todo había transcurrido de la mejor de las formas y que la Junta seguía cosechando éxito tras éxito en su insuperable labor en pro de Extremadura y los extremeños. ¡Menuda es la tele de marras!

Publicado en El Periódico Extremadura