10 de septiembre de 2011

¡Todos a la cárcel!

CUANDO, tras la reunión de Las Azores, el Gobierno de Aznar decidió la participación del ejército español en la invasión de Irak, fuimos millones de españoles los que nos manifestamos abiertamente en contra. En la totalidad de poblaciones importantes de nuestro país se sucedieron las marchas de protesta. Entre ellas, Cáceres, donde un numeroso grupo de personas se reunió ante la sede del PP. Algunos militantes de este partido, con la inestimable colaboración de la jerarquía de la policía local, denunciaron judicialmente a varios de los participantes en dichas protestas, que hubieron de acudir a los juzgados, tras ser citados formalmente. Al cabo de unos meses y tras varias comparecencias, se les informó de que el juez había decidido archivar las denuncias por carecer de fundamento.


Ahora leo que «el Ayuntamiento de Guadalajara, que gobierna con mayoría absoluta Antonio Román (PP), aprobó una moción para pedir a la Delegación del Gobierno que identifique a los más de 500 profesores que el miércoles protestaron en la ciudad contra el aumento de horas lectivas, que según los sindicatos mandará al 10% de los interinos a la calle».  No que se identifique ni a uno ni a dos. A los 500. ¡Y aún no estamos a 21 de noviembre!

De casta le viene al galgo.