DESDE LUEGO, si la sintaxis es reflejo de la forma de pensar, apañados están en el PP con el tal señor Costa. El texto que leyó ayer ante los periodistas, escrito en unos folios sin membrete ni firma, es un dechado de agresiones a nuestro sufrido idioma. Por cierto: en dicho comunicado, escrito todo él en mayúsculas, se comete un lapsus muy significativo. Escribe Costa, refiriéndose a un reloj que le regalaron, cuyo precio según unos fue de 20.000 euros y según él de solo 6.000: "PUEDE QUE ALGUNAS PERSONAS ENCUENTREN PROFUNDAMENTE INAPROPIADO ACEPTAR UN REGALO, PERO PARA MÍ FUE UN REGALO DE UN COMPAÑERO DE PARTIDO, QUE QUISO HACERME A TÍTULO ABSOLUTAMENTE PERSONAL, POR EL AFECTO Y EL APRECIO MUTUO QUE NOS PROCESAMOS".
¿"Procesamos"? Mala jugada del subconsciente, que le hizo cambiar el verbo profesar por ese otro mucho más sugerente... y ajustado, probablemente, a lo que pasa en estos días por su cabeza.
(En la imagen no se ve el reloj, pero sí –¡faltaba más!– la banderita de ¡España, España, España!)