SE PRODUCE EN ESTOS DÍAS una avalancha de encuestas sobre los próximos resultados electorales, y cabría la posibilidad de que el lector medio de prensa, o el espectador de televisión, que no tienen por qué conocer el significado de ciertos términos estadísticos, obtuvieran conclusiones erróneas sobre lo que muchos de estos sondeos indican. A veces, en efecto, se les da tal carácter infalible a las prospecciones electorales que cuando, más tarde, los resultados finales no coinciden con los supuestamente anunciados, pensamos que carecían de rigor. Y no siempre sucede así.
Para ilustrar lo que decimos, vamos a tomar como ejemplo una encuesta publicada en este periódico el pasado jueves. Según el resumen de ella, si las elecciones se hubieran celebrado en dicha fecha el PSOE habría obtenido el 42,5% de los votos, mientras que el PP se habría quedado en el 37%; el 20% restante se lo habrían distribuido los demás partidos. Una rápida lectura de esos titulares permitiría deducir, pues, una casi segura victoria de los socialistas.
Sin embargo, en letra menuda, en la ficha técnica de la encuesta se ofrecían datos que hay que leer cuidadosamente. Así, que la muestra utilizada fue de solo 600 personas, lo que hace poco fiable la estimación de distribución de escaños por circunscripción, al estar basada en muy pocos individuos en cada una de ellas. Por otra parte la ficha indicaba que el error era del 4% y el nivel de confianza del 95%; por lo tanto, unos resultados en que el PSOE obtuviera el 38,5% de los votos (resultado de restar al porcentaje estimado el error) y el PP el 41%, entrarían dentro del intervalo determinado por el estudio. Podría darse, pues, una victoria del PP sin que ello supusiera un fallo en la estimación. Además, aunque el nivel de confianza nunca podrá ser del 100%, cuanto más alejado esté de ese valor menos crédito, por así decir, merecerá la estimación. Conviene precisar lo anterior para que luego no se achaque a los estadísticos culpas a las que son ajenos.
Pulsa aquí para descargar el artículo tal y como apareció publicado en la prensa.