NO SÉ SI SE SEGUIRÁ editando el calendario zaragozano. Recuerdo al venerable anciano que hace años se ganaba la vida vendiéndolo, junto a caramelos y cigarrillos, en las inmediaciones de la antigua estación de autobuses de Cáceres. Sus clientes, gente sencilla que llegaba de los pueblos, hallarían en aquel librito consejos útiles para sus previsiones sobre el tiempo y la agricultura. Pero, en cualquier caso, aún existiría hoy una filosofía de calendario zaragozano que admitiría como verdades irrefutables, sin someterlas a consideración, ciertas falsedades que van pasando de boca en boca como quien no quiere la cosa.
En el mundo de la política se dan mucho estas situaciones. Alguien tiene una ocurrencia feliz (no digo que de mala fe) y al poco esa ocurrencia se considera tan cierta como que dos más dos son cuatro. Aquí mismo hemos hablado recientemente de uno de esos tópicos: el de que la ley electoral favorece a los partidos nacionalistas. Basta con hacer una sencilla división (número de votos obtenidos entre número de diputados) para ver cuán falsa es esa afirmación. Con independencia, claro está, de la opinión que a unos y otros puedan merecerles los partidos nacionalistas.
Hace dos días se tenía otro ejemplo de esas argumentaciones repetitivas en lo que el presidente de la Junta manifestaba a propósito del próximo “paso” de Carlos Floriano al Congreso, en Madrid: que a él –Vara– los extremeños le “encargaron” tras las elecciones autonómicas ser el presidente de la Junta y a Floriano ser el jefe de la oposición. Pues no, señor, los extremeños no encargaron nada a nadie. Cada elector votó a quien quiso, si quiso votar a alguien, y desde luego, si Floriano quedó en la oposición no fue porque nadie se lo encargara (y mucho menos sus votantes), sino porque no tuvo más remedio. Desde ese punto de vista, no engaña a nadie yéndose a Madrid. Y justo es reconocerlo.
(Acabo de comprobar, gracias a internet, que el zaragozano se sigue editando. Ahora entiendo mejor algunas cosas).
Pulsa aquí para descargar el artículo tal y como apareció publicado en la prensa.