CONFIESO QUE ni en su día aguanté toda la intervención de Zapatero en la primera edición del programa Tengo una pregunta para usted, ni el pasado jueves pude estar más de media hora ante la pantalla cuando el personaje interrogado fue el señor Rajoy; al que, por cierto, no sé por qué se empeñan algunos en llaman líder de la oposición, como si la única oposición al Gobierno fuera la del Partido Popular.
El caso es que aunque se pudiera discutir sobre si es preferible decir lo que uno piensa (caso de Zapatero, al creer, erróneamente, que con 80 céntimos se podía pagar un café) o bien irse por los cerros de Úbeda, cuando la pregunta es incómoda (caso de Rajoy, cuando le mencionaron su salario), hay algo que me parece especialmente ilustrativo sobre el pensamiento del político conservador. Me refiero a que cuando un invitado al programa le habló de las banderas franquistas presentes en alguna de las manifestaciones convocadas por el PP, Rajoy respondió que pudo haber dos, pero muchas menos que las "decenas" de banderas republicanas que suelen verse en las manifestaciones de la izquierda. Y claro, eso lo retrata hasta los huesos. Porque comparar la bandera de un régimen democrático como fue la Segunda República española con la de una dictadura como la del general Franco es como mínimo una frivolidad, si no la manifestación de que aún queda bastante camino que recorrer al PP para que muchos españoles lo consideremos un partido realmente democrático.