28 de octubre de 2006
Descuentos como el diamante
LEO EN LA PRENSA que la Asamblea de Extremadura ha aprobado una ley que regulará la actividad de los que en ella son llamados establecimientos de “descuento duro”. La denominación literal de dicha norma es “Ley de extensión del Régimen de la Licencia Comercial Específica a la Implantación de Establecimientos Comerciales de Descuento Duro”. Y, francamente, aunque en este tipo de cosas debiéramos estar curados de espanto, no sé qué habrá hecho nuestra sufrida lengua castellana a los señores diputados para que la maltraten de este modo. No lo digo por la kilométrica longitud del nombrecito de la ley, que también, sino porque un descuento podrá ser alto o bajo, grande o pequeño, temporal o permanente, pero ¿duro o blando, como el turrón? ¿O se tratará más bien de que los legisladores extremeños, muy políglotas ellos, han leído en Internet la expresión anglosajona hard discount y ahora, para que veamos lo modernos que son, quieren endilgárnosla a todos? ¡Qué hard faces!