EN EL LAMENTABLE asunto del consejero de Hacienda, Clemente Checa, hay un
hecho constatado: que mientras ocupaba su plaza en el Consejo Consultivo
de Extremadura realizó informes para distintos organismos, tanto
públicos como privados, cobrando las correspondientes minutas. Puede ser
opinable si al hacerlo infringió las normas sobre incompatibilidades de
los miembros de dicho Consejo.
Que un medio
informativo proporcione esa información a la ciudadanía me parece
perfectamente legítimo, con independencia de cuál haya sido la fuente de
la misma.
Ahora bien: atribuir sin prueba alguna el origen de
la noticia a una persona, en concreto al expresidente de la Junta de
Extremadura, Fernández Vara, como hace hoy un periódico regional cuyo
tendenciosidad en los últimos meses está siendo clamorosa, enmarcando lo
sucedido en una especie de guerra sin cuartel entre mafias, constituye
una demostración palpable de que la ética periodística dejó de existir
para algunos hace tiempo.