31 de marzo de 2012

Mayorías andaluzas y extremeñas

COMO LA VIDA está llena de paradojas, y la vida política aún más, no cabe asombrarse de que algún medio de la ultraderecha, esa que campa a sus anchas por ciertos canales de la TDT aunque apenas venda sus panfletos en los quioscos, haya parafraseado en estos días la célebre afirmación de Marx y Engels, trasladando el fantasma que recorría la Europa de mediados del XIX, el fantasma del comunismo, a la Andalucía del presente siglo. ¡Están que se salen estos fachillas, cuyos excesos, más que susto, producen risa!

No, no hay fantasma revolucionario en el horizonte andaluz. Hay la evidencia de que allí, en Andalucía, como aquí, en Extremadura, somos mayoría quienes, desde distintas perspectivas y con diferentes planteamientos, preferimos una sociedad en que primen la solidaridad y la igualdad a otra regida por los privilegios y las diferencias. Por eso resultaría incomprensible allí, como para muchos lo resultó aquí, que disquisiciones metafísicas, maximalismos variados y personalismos de poco pelo impidieran que la mayoría electoral de izquierdas, por ambigua que esta expresión resulte, se viera reflejada en el próximo gobierno que se constituya.


A mí, qué quieren que les diga, me resulta chocante oír decir al líder de Izquierda Unida de Extremadura que gracias a su organización se está conteniendo la política de Monago, al que Escobar se esmera en llamar «presidente Monago», por si alguien hubiera olvidado tal condición. Me resulta chocante en cuanto, si hubieran querido los tres diputados de IU en Mérida, esa política no solo se hubiera contenido sino, sencillamente, se hubiera evitado.

No conozco bien las corrientes, escisiones y tendencias que existan en IU de Extremadura. Tampoco estoy al día de las facciones surgidas en el PSOE. Ni una ni otro son asociaciones pías formadas por seres angelicales y, sin duda, muchos comportamientos del PSOE extremeño en sus momentos de supremacía justificaban ciertos recelos. Pero estoy seguro de que la alegría que muchos sentimos cuando el pasado domingo los escaños obtenidos entre PSOE e IU en Andalucía superaron los del PP se asemejó a la vivida el 22 de mayo en Extremadura. Esperemos que los parecidos se queden en eso y que una decepción como la producida en nuestra comunidad tras la abstención de IU en la investidura de Monago no se repita en la comunidad vecina.

Publicado en El Periódico Extremadura