11 de julio de 2011

El spin-off y la Universidad de Extremadura

«Títulos con poca demanda y docentes sin resultados aquejan a la universidad», era como el Periódico Extremadura titulaba el pasado 11 de julio la información dedicada en su tema del día a la situación de la universidad española y, más en particular, la de Extremadura. Estoy absolutamente de acuerdo. Aquí se han inaugurado centros universitarios como el que inaugura hogares del pensionista y cual si solo se tratase de una cuestión de dinero. Como lo había –¡qué tiempos aquellos!– bastaba con que una comunidad de vecinos de cualquier pueblo –también llamado ciudad– reclamara una facultad para que al poco tiempo la tuviera bien flamante en su plaza mayor. De Ciencias, de Letras o de vaya usted a saber qué. A cierto lenguaraz presidente autonómico que no rechazaba que obras públicas o avenidas llevaran su nombre eso de que la universidad de su cortijo creciera de forma incontrolada le debía sonar a música celestial.
Ahora ha venido el tío Paco con las rebajas y ha dicho que era una burrada que una universidad como la extremeña tuviera la friolera de 70 titulaciones. De modo que no es de extrañar que, ante la evidencia de que no hay estudiantes para tantas carreras, el actual rector de esa institución se defienda, el hombre, asegurando que la Uex ha hecho una reducción importante de titulaciones, «pasando de las setenta anteriores a poco más de 40 en estos momentos». Luego defiende la inversión económica hecha en la institución que él preside afirmando que por cada euro que se vierte en ella se generan entre dos y tres euros. Ello, afirma, se logra, entre otras razones, por los «los movimientos económicos de empresas spin-off».

¡Ahí le ha dado! Y yo que pensaba que cuando se afirmaba que «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades» podía pensarse, por ejemplo, en el derroche en instituciones como la presidida por el Magnífico señor Rector… Se me había olvidado lo del spin-off. Reconozco que ese argumento es irrebatible.