LEO EMOCIONADO algunas cartas que numerosos presos republicanos, en los años dramáticos de la Guerra Civil, escribieron a sus familiares –cuando les dejaron– apenas unas horas antes de ser pasados por las armas.
Me impresiona especialmente ésta, escrita por Vicente Carrizo a sus hijos:
"Queridos hijos Pepe, Felisín y Vincentín: estoy en un castillo muy precioso. Tiene almenas y torreones. Por la noche pasean las princesitas por el patio. Son muy hermosas. Cuando duermo se aparece mamá Pilar vestida de hada con el pelo suelto, muy guapa. Me cuenta todo lo que hacéis. Cuando sois buenos y aplicados me pongo muy contento. Cuando la hacéis rabiar lloro mucho. Tu carta muy bonita. El dibujo era un retrato de Vicentín. Muchos besos de vuestro papá".