CONVERSANDO en cierta ocasión con un colega, defensor acérrimo de la política educativa seguida por los gobiernos socialistas en las últimas décadas, este contraponía a mis argumentos sobre el bajo nivel de conocimientos de los estudiantes actuales, en comparación con los de otras épocas, el hecho de que, como la población que hoy en día acudía a las aulas era muy superior a la que lo hacía décadas atrás, la "cantidad global de conocimiento", por así decirlo, era mucho mayor que antes. No me fue difícil rebatirle, aunque no creo que le convenciese, pues ya se sabe cuán gravemente se pierde la capacidad crítica cuando se entrega uno con armas y bagaje a las disciplinas partidistas. Me bastó con argumentarle que, de ser cierto lo que él mantenía, el país de mayor nivel científico y humanístico sería China: por poco conocimiento que cada uno de sus mil y pico millones de habitantes albergase, la masa global de ciencia de tan inmensa nación, según el razonamiento de mi amigo, sería insuperable.
Lo que se discute no es la posibilidad de que todo el mundo, sin excepción, disponga de medios de formación que antes sólo estaban al alcance de las capas más privilegiadas de la sociedad. Lo que se discute es que esa deseable generalización haya sido lograda, en muchos casos, a costa de un notable empobrecimiento de los niveles de conocimiento de los alumnos. Empobrecimiento que a quienes más perjudica no es a los hijos de las familias acomodadas, que ya contarán con otros medios para mantener su estatus, sino a aquellos cuya única forma de promoción social es la que se basa en la valía y los méritos propios.
El problema de hacer compatible la generalización del acceso a la educación, incluida la universitaria, con la consecución de los mayores niveles de formación no es de fácil resolución, pero las autoridades educativas debieran ser conscientes de que la uniformidad establecida por decreto ni es progresista ni favorece a largo plazo la desaparición de las diferencias sociales.
Pulsa aquí para descargar el artículo tal y como apareció publicado en la prensa.